Amén por el capitalismo de todo tipo

SURda

 

 

Carlos Amir González

 

Cuando uno se entera que un banco, cuyos cajeros automáticos tienen sus mensajes en latín, y los sacerdotes que los usan cuentan con una entrada privada. Que esta sacrosanta institución llamada también Instituto para Obras Religiosas, Banco del Vaticano, ha sido intervenida por la policía en un caso que involucra acusaciones de “lavado de dinero” y que lo incautado son 23 millones de dólares en activos del Vaticano, solo le queda exclamar ¡ Vaya por Dios ¡

Frente a lo mismo el Vaticano ha calificado al decomiso de activos como un “malentendido” y ha expresado su confianza en que será absuelto rápidamente, pero los fiscales dicen en documentos judiciales que el Banco del Vaticano hizo caso omiso deliberadamente de las “leyes antilavado” con el fin de “ocultar la propiedad, el destino y el origen del capital”.

En un planeta Tierra, que en su larga danza galáctica, nos contiene a nosotros y otras especies, además de maravillosos mares y tierras que conforman bellos y multicolores paisajes que conforman nuestro esplendoroso hábitat, desde hace millones de años, se han afincado desde que administra nuestras naciones y continentes el sistema capitalista, una serie de gavillas humanas que delinquen en contra de la Humanidad y el Planeta.

De crisis cíclicas que la calidad de vida en desarrollo de los seres humanos han tenido que padecer, las mismas por obra y gracia del sistema actuante y sus formas de gestión y existencia, se han convertido en “crisis de carácter permanente” que afectan agudamente la vida de los pueblos y del Planeta. Vivimos tiempos de crisis energéticas, alimentarias, ambientales, productivas rurales e industriales, bancaria y financiera, de empleo, de educación, culturales, de salud física y mental, de vestimenta, de vivienda…

En fin, glosando una frase podríamos decir…”nunca tantos millones en el mundo, han sufrido tanto por la ambición perversa de acumulación, de tan pocos”.

 

De tan pocos, los peores

 

Pese a la situación de hambrunas, guerras y vasto descontento social que caracteriza nuestra época, nunca la humanidad estuvo en tan excelentes condiciones técnicas, tecnológicas y científicas, de producir más y de más calidad para cubrir globalmente las humanas necesidades. Esto ha sido largamente explicado, analizado y argumentado por innumerables científicos, sociólogos, historiadores, políticos, pero tan acertadas razones se han estrellado en la indiferencia y desinterés que el deshumanizado sistema capitalista mantiene con respecto a todo aquello que haga variar sus tasas de ganancia, de plusvalía y de acumulación de riqueza material y monetaria, financiera.

Nos dice Vicenç Navarro desde su artículo “Las responsabilidades penales de la Banca”….”existen normas y sanciones necesarias para proteger a la ciudadanía de incompetencias y negligencias de profesionales cuyas acciones puedan afectar su bienestar y calidad de vida. Y si un empresario debido a negligencia y/o imprudencia daña la salud de sus trabajadores, puede recibir sanciones que incluyan también su encarcelamiento. Estas normas y sanciones existen en todos los países de la OCDE (el club de países más ricos del mundo). En todos ellos se considera necesario que se desarrollen normas y sanciones que protejan a la ciudadanía del daño causado por terceros, resultado de incompetencia o negligencia. Es más, si estos terceros sacan provecho y se benefician de tales daños, la sanción es incluso mayor”.

 

Por supuesto que este relato de lo que ha pasado en Europa, nos trae recuerdos de lo que ha pasado en tierras latinoamericanas y uruguayas…que como decía Artigas tenía que ver con “malos europeos y peores americanos”…corralitos, quedarse con ahorros de la gente, gente que se suicidaba al perderlo todo, financieras y bancos fundidos, desfalcados, desfondados, ahorristas en la miseria y banqueros y financistas “más ricos”…! Que locura ¡! Empresas que se fundían por su grado de endeudamiento, por sus cuentas cerradas, confiscadas, desempleo por decenas de miles, los famosos llamados a concordato, dictaduras protectoras del capital hasta las últimas consecuencias…represión de los arruinados, protección de los ruines.

 

Nos sigue diciendo Navarro…”frente a la ruina que las malas prácticas de la actividad financiera y bancaria ha llevado a millones de ciudadanos, el silencio ensordecedor de la actividad sancionadora de los Estados es escandaloso. En lugar de llevar a la cárcel a los banqueros y sus supervisores (tanto del sector público como del privado) se les dio millones de dólares y euros, no solo una sino que dos, tres y hasta cuatro veces, para que no colapsaran, conllevando además enormes beneficios personales. Ha sido el caso más bochornoso ocurrido en los últimos cien años y que expresa el maridaje entre el capital financiero y el poder político en la mayoría de tales Estados. En las sociedades donde el Estado ha ayudado con dinero público a los bancos existe un enfado de la mayoría de las clases populares hacia el poder político, enfado que comienza a cuestionar la legitimidad de tales Estados. Pese a que la Unión Europea pretende homologar normas y sanciones contra los delitos financieros, intentando frenar los excesos en la especulación bancaria…como bien ha expresado el premio nobel de Economía Joseph Stiglitz “hasta que los banqueros y responsables de las instituciones supervisoras del sistema financiero no terminen en la cárcel, la crisis financiera no se resolverá”.

“Pero no solo no han ido a la cárcel, sino que los representantes de la Banca y de los Bancos Centrales, incluyendo el Banco Central Europeo, están ahora diciendo que los problemas con los que tales sociedades se encuentran, como son el elevado desempleo, no se deben a ellos sino que a los SINDICATOS DE LOS TRABAJADORES y a las supuestas rigideces que – según la banca – los sindicatos imponen al mercado laboral en apoyo de los intereses de los trabajadores.

“En Islandia, por lo menos, frente al colapso de sus tres principales bancos, sus directivos y supervisores (auditores públicos y privados) han pasado a tribunales y les espera encarcelamiento y sanciones…”

 

A modo de conclusión

 

En América Latina y en Uruguay, mucho antes que en los llamados Países de las Economías Centrales o del Capitalismo Desarrollado, ya convivimos hace décadas con las crisis que el sistema capitalista siempre nos ha trasladado, contagiado, exportado, inoculado…

Nuestros gobiernos “progresistas” ensayan nuevas fórmulas en varios campos para enfrentar las causas y efectos de las mundializadas crisis.

Unidades de gobiernos y pueblos hacen por alumbrar nuevas situaciones donde germine la “pública felicidad”. Unidades Regionales desde la periferia del sistema capitalista construyen ciudadelas de independencia, soberanía y caminos de desarrollo, equidad y justicia social.

Es de esperar que se exorcicen de las ideas del “delincuencial sistema capitalista”, que busca culpas donde solo existe la decencia y dignidad de pretender construir cada día, un mundo libre y mejor para todos.